Impulsa a tu equipo de trabajo

10 Jul 2020

Como líder de un equipo, es fundamental que sepas no solo cómo hacer que todos trabajen en sinergia para entregar los proyectos en tiempo y forma, sino que también podemos identificar el potencial completo de cada uno de los profesionales para usarlo, desarrollarlo y nutrirlo.

Todo individuo de tu equipo es un aliado que puede contribuir más de lo que te imaginas, y no solo gracias a su trayectoria, conocimientos y talento. Para descubrirlo es necesario, promover una dinámica de trabajo en la que todos pueden florecer y resaltar de la mejor manera. Ya lo sabes, un equipo es más que la suma de las partes. Pero esas partes son indiscutiblemente el pilar de todo.

 

El aprendizaje de la agilidad

Es un concepto relativamente reciente que pondera la capacidad de aprender y consideró. Así es como esta agilidad (compuesta) cobra importancia incluso por encima de sus títulos, experiencia o su área de especialización.

 

Aplicado en equipos dinámicos de trabajo, la metodología y pilares del aprendizaje agilidad sirven para identificar el talento de alto potencial, o sea, colaboradores con una gran capacidad de aprendizaje de manera rápida, fluida y adaptable, y ayudar a mejorar sus resultados, con consecuencias muy favorables tanto para la empresa como para el empleado.

 

Los pilares del aprendizaje agilidad hijo:

 

Autoconciencia: significa tener conciencia sobre nuestras propias fortalezas y debilidades, ya que ese es el primer paso para descubrir qué herramientas pueden jugar a nuestro favor y debemos esforzarnos activamente por obtener.

Agilidad mental: la agilidad mental es la capacidad de captar, interpretar y utilizar la información disponible del entorno al momento. Al igual que un músculo, la agilidad mental debe ser cultivada de forma permanente para alcanzar su máximo rendimiento, aunque existan personas que de forma natural son mentalmente más ágiles que otras.

Personas: aprender a interactuar con el entorno social también es uno de los pilares del aprendizaje de la agilidad, dado que nos permite identificar qué lugar o rol debemos alcanzar en el equipo de trabajo para obtener los resultados individuales que deseamos.

Y dado que los mayores logros por lo general se logran en equipo, esto no solo significa descubrir a las personas clave con las que debemos competir, sino también con las que debemos colaborar en sinergia para alcanzar objetivos grupales.

 

 

Cambio: La capacidad para anticipar los cambios, adaptarnos a ellos e incluso provocarlos como sello distintivo de las personas y los equipos de trabajo exitosos. Un profesional con alto potencial es aquel que ocupa un rol de “punta de lanza” y contagia a los demás con entusiasmo e inercia evolutiva hacia panorámicas cada vez más ambiciosos y formas de trabajo más eficientes y productivas.

Resultados: este último pilar tiene que ver con la capacidad de visualizar los objetivos deseados y orientar todos los esfuerzos y la concentración hacia su realización. Muchas personas con gran agilidad mental no tienen, sin embargo, suficiente motivación para mantenerse en la ruta correcta hasta que se logran las metas, por eso, la orientación al logro o el trabajo por objetivos es parte fundamental del aprendizaje de la agilidad.

¿Cómo utilizar estos conceptos en el día al día para identificar el potencial de cada miembro de tu equipo? Si gestionas un grupo de profesionales, no te olvides de poner siempre en práctica estos cinco consejos que fomentan un entorno de trabajo ideal para descubrir quiénes son los más motivados para reconocer y aprender.

 

 Conoce su trayectoria

Cuando se integra a un trabajador a tu equipo, normalmente es porque ya pasaron por un proceso en el que demostró tener los conocimientos específicos y habilidades necesarias para llevar a cabo un trabajo en particular para el que tú lo reclutaste. Pero ¿qué tanto sabes del resto de su trayectoria?

 

 

Quizá se trata de un redactor comercial que además tiene conocimientos profundos de psicología del consumidor y neurolingüística, o de un programador de sitios web que, sin que lo separe aún, también es buenazo para organizar dinámicas en equipo

 

Así que una vez que concretas un vínculo de trabajo, siempre es una gran idea que profundiza en el resto de las habilidades de tus colaboradores. Nunca sabes cuándo puedes necesitarlas o qué buenas ideas pueden contribuir para complementar tus proyectos.

 

 Comparte tus metas y tu visión

Para que los profesionales ingresen hasta dónde quieras llegar y puedas ayudar a lograrlo, es necesario que hagas la costumbre de compartir con ellos tu misión, visión y la filosofía de tu empresa o negocio.

 

Así ellos no se limitarán a la entrega del acordado, sino que se sentirán identificados con tu cultura organizacional y tus metas en un nivel más humano, y darán siempre ese extra de creatividad y compromiso que te identificarán su potencial más allá del trabajo inmediato.

 

 

Identifica sus motivaciones y pasiones

Además de conseguir un ingreso económico, averigua qué es lo que motiva a tus colaboradores a trabajar fácilmente en el área de especialidad que elegiste:

 

¿Se trata de su verdadera pasión en la vida o este trabajo para ellos es solo un complemento económico?

¿En qué proyectos personales están invirtiendo su tiempo y por qué?

¿Cómo puedes convertir su colaboración contigo en algo que los entusiasme a nivel personal?

¿Qué capacidades o cursos estarían encantados de tomar para mejorar la calidad del trabajo que hacen para ti?

Cuando comprendes es el motor principal de cada colaborador, se vuelve mucho más sencillo integrarlos a la visión a largo plazo de tu emprendimiento, porque puedes vincular tus motivos con los suyos, creando así una relación de beneficio mutuo que va más allá de lo simplemente económico.

 

Motívelos a ser propositivos

 

Busca profesionales que no solo se conformen con hacer lo que se les dados, y siempre fomenta un ambiente de trabajo en el que todos se sientan con la confianza de proponer ideas, mejoras y nuevos proyectos que vayan en sintonía con tus metas y objetivos empresariales.

 

 

Quizá no siempre tengas los recursos para echar a andar todas las ideas que se pueden tener, pero por sí mismos tienen un gran valor, aunque vayas a esperar un poco para poder implementarlas, porque te dan una excelente brújula para saber hacia dónde debes orientar tus estrategias de desarrollo.

 

Básicamente, es casi como si pagaras por asesorías de crecimiento permanente, sin costo adicional y con el plus de que tu equipo se siente valorado y tomado en cuenta.

 

Identifica las “Habilidades blandas”

Además de conocimientos y habilidades específicas relacionadas con nuestra área de trabajo, todos tenemos las denominadas “habilidades blandas”, que son características humanas valiosas determinadas del tipo de trabajo que realizamos, pero que son más críticas en contextos específicos.

 

 

Algunos ejemplos son el liderazgo, la capacidad de trabajo en equipo, la utilización del lenguaje para identificar exactamente lo que queremos, evitar y mitigar conflictos, de planear a largo plazo o de administrar bien el tiempo.

 

Cuando conoces las habilidades más suaves individuales de tus trabajadores, vuelve a ser más fácil darle a cada uno un rol adecuado dentro de tu equipo de trabajo. Con el tiempo y la convivencia irás descubriendo muchas de ellas, pero la psicometría y las dinámicas en equipo te ayudan a identificar más rápidamente y puntualmente.

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