Piensa estratégicamente

30 Sep 2020

Si usted entiende que el mundo no es precisamente un lugar exento de conflictos, y que es necesario prevalecer inteligentemente sobre los competidores que existen en la vida (cualquiera sea el tipo de interés que se disputa), necesita aprender a pensar estratégicamente .

Hay mucho involucrado en todo esto, pero si se trata de describir en unas cuantas palabras qué significa pensar estratégicamente, debería que afirmar que es un asunto de flexibilidad mental. Tan sencillo como eso, ya la vez, tan desafiante.

Las personas que tienen flexibilidad mental se posicionan y viven en sociedad con criterios que no son estancos o inamovibles. Por el contrario, son criterios y formas de pensar que se modifican ante las evidencias y la nueva información. Estas personas pueden adaptarse al cambio ya su entorno con mayor facilidad que aplican otros procesos mentales.

Los psicólogos hacen referencia a dos tipos de mentes opuestas a las flexibles: las rígidas y las líquidas. Las primeras correspondencias a personas que tienen criterios muy establecidos e inamovibles. Y las segundas a quienes carecen de criterios o valores personales, y en cada contexto o situación toman un criterio que nunca se torna propio.

Increíblemente (esta es la forma apropiada de expresarlo), el mundo está poblado de individuos con “mentes rígidas o líquidas”. Pocos son los que ejercitan flexibilidad en sus procesos mentales. Incluso aquellos que se consideran prácticos y alejados de dogmas o fundamentalismos, no tienen, necesariamente, una mente flexible. Porque ésta tampoco se alcanza solo por no considerar “rígido” en la forma de pensar y entender el mundo.

Una mente flexible está abierta a todo y no se encuentra atada a nada en particular. Así se resume. Acepta y procesa todo tipo de criterios, pero no se obliga con ninguno en particular.

Ahora bien, cuando a esta flexibilidad mental se suman los conocimientos de Estrategia, se consigue pensar estratégicamente. Este resultado, en el que se las exigencias de flexibilidad con los conocimientos de Estrategia, le corresponde a un número aún más reducido de personas. 

 

Hay muchos que estudian Estrategia y en algún caso la aplican en asuntos de su vida personal o profesional. Circunstancialmente, estos son pensadores estratégicos o “estrategas”. Pero entender las dinámicas del mundo y vivirlas bajo los criterios flexibles y efectivos de la Estrategia es otra cosa, y algo que practican muy pocos.

 

La Estrategia es un sistema de gobierno, no es nada más (y nada menos que eso). Una forma de manejar, administrar o gestionar los asuntos. Una lógica que se basa en dos aspectos:

  1. La existencia del Conflicto
  2. El conocimiento y aplicación de los Principios Estratégicos para manejarlo

El Conflicto

La Estrategia es un concepto que proviene del mundo militar. Emerge Del m vocablo m Griego “ Strategos ”, Que SIGNIFICA Generales, Y ESTA ASOCIADO A la Conducción de los Ejércitos. Estos, obviamente, se vinculan con el conflicto, con la necesidad de dirimirlo a favor por medio del uso de cuanto recurso esté permitido. Allá donde existen hechos que no involucran conflicto, la Estrategia es innecesaria. Cuando no es preciso hacer prevalecer intereses propios sobre otros que los disputan, pensar estratégicamente no es indispensable.

 

 

Ahora bien, en un mundo como el presente, sujeto a las dinámicas competitivas que se conocen, ya la lucha extendida para alcanzar los mejores niveles de bienestar, el Conflicto es omnipresente y la necesidad de la Estrategia es un asunto imperativo.

Pensar estratégicamente ayuda a resolver los conflictos con ventaja, tanto en la obtención de los objetivos que se buscan, como en la energía dispuesta para alcanzarlos. Quién actúa estratégicamente, SIEMPRE tiene ventajas sobre los que lo gobernados por una mentalidad rígida o líquida.

Conocimiento de los Principios Estratégicos

La experiencia de millas de “estrategias” interactuando con innumerables conflictos a lo largo de la historia humana (en todos los ámbitos de la vida, no solo en el campo militar), se resume en los Principios Estratégicos.

 

A partir de la cual, pueden encararse nuevos actos, con mayor eficacia y probabilidad de resultados positivos. Los Principios Estratégicos constituyen la sabiduría sobre la que se apoya la acción estratégica. Si el individuo fundamenta su acción en ellos, está practicando Estrategia. Y si lo hace de manera profesional, es a quien se debe llamar un Strategos .

 

 

Un Principio Estratégico es: “convertir el tiempo en un aliado”, otro “saber usar tanto fuerzas superiores como inferiores”, o “hacer de la victoria la única opción”. En la medida que el individuo aplica premisas como estas en su desenvolvimiento, aplica Estrategia. 

La importancia de pensar estratégicamente

 

El pensamiento estratégico se aplica en todo orden de la vida, porque en cada uno de ellos existe adversidad y conflicto. Se perfecciona en buen grado en el desenvolvimiento profesional y tiene una expresión más sofisticada en los negocios, en el mundo empresarial y en el emprendimiento. Cultiva premisas y procesos mentales muy sensatos, y con ellos aprecian el mundo. 

 

Nada revestido de especial dificultad, por el contrario, muy lógico y conceptual. Casi elemental, pero al mismo tiempo extraño. Como el propio “sentido común”, que siempre concluye siendo “el menos común de los sentidos”.

 

Pensaricamente definir actitudes en toda tarea que se desempeñe en la vida:

  • Construye una mentalidad ganadora
  • Sostiene una mente competitiva y creativa
  • Establece mecánicas para la negociación
  • Para las habilidades de ventas
  • Construye toda capacidad de motivación y liderazgo
  • Optimiza las relaciones interpersonales
  • Orienta los procesos mentales para enfrentar el temor,
  • Etc.

 

Casi todo lo que respeta al Pensamiento Estratégico mora aún en tierra virgen.

Los interesados ​​en conocerlo a profundidad, y sus exponentes, son escasos todavía. Por ello mismo gozan de esa condición que tanto aprecia la Estrategia: son distintos. No es numeroso, y se lo puede reconocer fácilmente entre los demás. No debe esta distinción a una condición natural. Pensar estratégicamente es algo que se debe aprender y practicar. Es finalmente, una forma de ver y entender el mundo, y como tal demanda una vida de experiencia.

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