Señales de que una persona va a tener éxito
Predecir el futuro de una persona puede ser invaluable para ella. Ser capaz de determinar las acciones y palabras que crearán su futuro próspero o que provocarán su espiral descendente. Sepa dónde están en el camino correcto y sepa dónde pueden necesitar apoyo.
Las acciones diarias de alguien se combinan para dar forma a toda su vida. Según entrevistas, lecturas y observaciones, aquí le mostramos cómo saber si alguien va a tener éxito.
Encuentran tu propia inspiración
No necesitan palabras de ánimo o motivación para expresarse. Han hecho de la autosuficiencia su misión y no cuentan con que otros vengan a buscarlos si están teniendo un mal día. Tienen una estrategia para cambiar de estado rápidamente para que siempre estén en su mejor momento. Tienen técnicas para limitar la holgura y las aplica constantemente hasta que les resulta natural. Evitan agotar a los sujetos y las personas e inspiran a los demás como un subproducto de su confianza en sí mismos.
Tu carácter es un aliado
El carácter predice el éxito más que cualquier otra cosa. Lo que eres hoy es lo que serás en el futuro. Intuitivo, holgazán, concienzudo, frívolo o decidido. Cumples tu palabra o siempre encuentras excusas. Si alguien te decepciona, habrá decepcionado a otros también. Si está impresionado con su trabajo, no será la primera vez ni la última. Los futuros líderes proveen cualidades de liderazgo desde su primer trabajo. Las pequeñas acciones se multiplican a lo largo de la vida para determinar el futuro de alguien a lo grande.
Se constante
Una persona exitosa trabaja exactamente de la misma manera, ya sea que estén siendo observados o no. No hay Jekyll & Hyde ni una personalidad secreta. No juegan a juegos de manos, hacen lo que dicen, sean espectadores o no. Siempre hacen mucho más de lo que podrían hacer. No apuntan a lo mínimo y no dicen “estará bien”. No se les ocurre quedarse quietos cuando el jefe no está. Las herramientas de chat en el trabajo son sus aliados, no su charla secreta. Saben quiénes son los demás y quiénes quieren ser, y su motivación son ellos mismos, no las órdenes de los.
No necesita monitoreo
No necesitan ser perseguidos o seguidos porque su misión es hacer coincidir sus acciones con sus palabras. Sabrás dónde estás, sin tener que adivinar. Trabajaron en lo que es posible y mantuvieron su promesa. Trabajan a su propio ritmo porque les ha servido bien hasta ahora. Son fuertes y confiables, y es un placer trabajar con ellos. Estas personas son el alma de las empresas y sin ellas el éxito sería imposible. Su fiabilidad es tal que los clientes dicen “sí” y sus compañeros de equipo los plantean. De esto están hechos los líderes.
La forma en que hablas de los demás
A espaldas de alguien, son amables y evitan las conversaciones críticas. Siempre pueden ver el otro lado y prefieren plantear un problema con alguien en persona en lugar de hablarlo con otros. Se enfocan en su propio juego, las personas exitosas no se sientan en grupos y se burlan de los demás. No está en su naturaleza, no se les ocurriría, y hay muchos otros temas que cubrir. La suciedad y los puñaladas por la espalda no sirven para nada. La negativa a participar es una señal temprana de éxito.
Se apropian de la situación.
Si hay un desafío, habrán pensado cómo hacerlo. No llevan sus problemas a otros para que los resuelvan, comienzan de inmediato y llegan primero. Trabajan en equipo, pero no confían en ellos. Están organizados con su tiempo, planes, semanas y años, lo que los lleva a establecer metas y abrir puertas. Están decididos y enfocados y están terminando lo que comenzaron. Saben qué es qué porque lo tienen todo resuelto. Buscan asumir la responsabilidad en el lugar de eludirla, y se apoyan mutuamente para cumplir sus promesas.
Difunde la buena vibra.
Están tan seguros de sí mismos que pueden animar a los demás. No se sienten amenazados por el éxito, lo utilizan para inspirar. Son positivos y felices y son una tribu. Otros quieren asociarse con ellos. Ven el lado positivo, están agradecidos y no se enojan por lo que no pueden controlar. Escriben críticas positivas, dan el beneficio de la duda y buscan comprender más que juzgar. Saben que están recuperando lo que invirtieron y que su visión del mundo es un reflejo de ellos mismos. Difunden buenas vibraciones dondequiera que van.
Es emocionante ver los primeros signos de éxito. El primer paso es la conciencia, el segundo es la acción.