Negocios después del COVID-19

16 Oct 2020

Es claro que el mundo se encuentra experimentando una de las peores crisis de esta generación. Pero esto no es sólo relevante por los efectos que ha ocasionado hasta el momento, sino por todo lo que puede significar para el futuro.

Por esto, todas las decisiones que las empresas y gobiernos tomen en las próximas semanas van a ser determinantes en los años siguientes para la economía, política y cultura. A través de esta analogía se comprende que es necesario analizar muy bien las decisiones que se están tomando en el presente y cómo a partir de estas se puede prever el futuro de las organizaciones para elaborar estrategias que les permitirán sobrevivir a dicho entorno.

 

¿Qué hace que el Covid-19 sea tan relevante en el futuro empresarial?

 

Según el experto Harari, las decisiones que se están tomando en el momento tienen un impacto mayor del que normalmente tendrían porque son producto de un proceso que dadas las circunstancias se han tenido que llevar a cabo un cabo en unas cuantas horas y normalmente se haría en años. Esto es muy evidente al observar los intentos de comunicación en línea entre distintas instituciones, quienes de ninguna manera someterían a los miembros de su organización a un cambio tan abrupto de no ser necesario.

Todo esto finalmente se traduce en una toma de riesgos que puede o no generar beneficios próximos para las estrategias organizacionales. Para otros es una gran alternativa el home office, para que muchas personas puedan trabajar y la organización disminuya costos.

 

3 Cambios empresariales que se pueden generar luego de pandemia

 

 

  • Una clara representación de lo que puede ocurrir con las empresas, es el caso de las mujeres que se quedarán sin su vestido de novia, porque este provenía de China; finalmente solo tenían la opción de recurrir a nuevos lugares y alternativas para adquirirlo.

Por un lado, muchos productos provienen de China, lo que implica que si esta decide limitar sus fronteras como ya han afirmado en muchas ocasiones, todas las organizaciones que dependen del país proveedor, se van a ver limitados. Pero esto no es del todo negativo, es una oportunidad para que diversos países empiecen a producir aquellos productos o realicen nuevas alianzas que puedan resultar beneficiosas.

La ausencia de ciertos aspectos necesarios para la producción; como el personal, ciertos elementos de materia prima, entre otras cosas, obligan a las organizaciones a encontrar nuevos conceptos y metodologías alternas que le permitirán continuar con su objeto social. Tal fue el caso de la crisis del petróleo en 1973, que a pesar de los diversos problemas económicos que pudo ocasionar, y que fueron bastantes graves, propiciaron el contexto ideal para que se empezara a hablar por primera vez del ahorro energético.

 

  • Por otro lado, los nuevos conceptos que se generan producto de las crisis no solo permiten el desarrollo de las empresas sino la aparición de mercados emergentes que van a empezar a satisfacer necesidades que previamente no eran tan evidentes. Tal como ocurrió con los productos ecológicos, hace algunos años estos no se encontraron ni en la mente del consumidor, pero al sufrir las consecuencias de lo que ocurrió en el planeta, como los cambios en la calidad del aire, se comenzó a generar un segmento de mercado que solo quería basar sus hábitos de consumo, en este tipo de productos. Lo que significa que se van a empezar a generar nuevas oportunidades para el surgimiento de emprendimientos.

 

  • Además, gracias a la necesidad que tuvieron las organizaciones de utilizar la tecnología, es posible que un desarrollo de ésta a nivel empresarial, mucho más acelerado de lo que sería normalmente, en donde las organizaciones pueden agilizar sus procesos de producción. Es posible que en general en la humanidad, se desarrollen nuevas tecnologías producto de una necesidad urgente de continuar laborando a través de medios digitales.
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