El juego interno del dinero.

22 Oct 2020

Queda claro lo que el dinero representa en términos de externalidades (o el rol que desempeña en el mundo): permite realizar todas las transacciones necesarias para sobrevivir y sostener el sistema socio económico de la civilización moderna.

Pero a efecto de interioridades, es decir lo que sucede en la mente de cada persona respecto al dinero, el tema no es tan fácil de entender.

Las percepciones que se tienen de él, las formas de generarlo, gestionarlo y disponerlo variedad tremendamente de una persona a otra. Por esto es necesario construir una psicología del dinero. Para estudiar con profundidad un tema que condiciona la calidad de vida de todas las personas en este mundo.

Los conflictos de dinero no son económicos ni de negocios, son problemas psicológicos. Ninguna dificultad monetaria, bien sea tener poco dinero, gastar mucho, acapararlo, acumularlo, retenerlo, no saber cómo invertirlo, etc., se resuelve generando más “cash”. La solución no está en la fuente, el flujo o el uso del dinero, la respuesta se encuentra en los procesos mentales que las personas activan en el tema.

Es un asunto contra-intuitivo. Los problemas no están afuera, están en la mente.

Se puede tomar cualquier medida para trabajar “externalidades” pero la raíz de la problemática se mantendrá. Los patrones continuarán.

Por algún tiempo y en circunstancias las cosas pueden mejorar, pero si la psicología del dinero no ha tomado parte en la ecuación, las situaciones indeseables volverán. Es lo mismo que sucede con las relaciones disfuncionales: se presume que el problema es la gente con la que uno se relaciona, pero el problema radica fundamentalmente en decisiones que hay que tomar internamente.

El dinero es un asunto emocional. No es racional. No se trata de números. Es un tema de creencias, convicciones, disposiciones, inclinaciones. Algo parecido a la religión o la política. Temas muy sensibles y personales.

El dinero es, obviamente, uno de los elementos más importantes en la vida de las personas, y por lo tanto un campo sobre el que se debe trabajar y desarrollar conocimiento hasta alcanzar maestría. No es para menos. Con el dinero existe una verdad básica, primaria: o se lo domina o te domina.

Los orígenes personales de la psicología del dinero

La relación de las personas con el dinero está condicionada por la relación que a su vez tuvieron con él las familias que las criaron.

Creencias y actitudes hacia el dinero se forman en la niñez. Emergen en la inconsciencia de la infancia y se mantiene en el subconsciente a lo largo de la vida. Con el dinero se produce algo poco común en otros campos del conocimiento humano: su entendimiento se origina en la inconsciencia de la edad temprana y habita toda la vida en el subconsciente.

O por lo menos hasta el momento que se incorpora consciencia y se transforma la percepción.

Las personas se comportan con el dinero igual que lo hicieron quienes las educaron, o en otros casos, de forma totalmente opuesta. Todo depende de las experiencias que hayan vivido. Las reacciones son pendulares: transitan de un extremo al otro.

Los aspectos psicológicos generalmente vinculados al dinero son temor, miedo o ansiedad. En algunos casos se forman conductas de gasto compulsivo – emocional, y en otros apremio por guardarlo o acumularlo. Hay personas muy licenciosas para gastar y otras “hiper-vigilantes” o sensitivas con cualquier gasto.

Estas conductas se forjan en la educación temprana, en las experiencias del ambiente familiar vinculado a la cuna.

Si no existe un proceso consciente para evaluar la psicología íntima y personal respecto al dinero, todos los actos estarán condicionados siempre por la educación recibida en la infancia y juventud.

Ahora bien, si esa educación ha sido abordada apropiadamente en el hogar, las conductas serán útiles y beneficiosas a lo largo de la vida. Pero esta realidad corresponde a una minoría. En general existen conceptos equivocados, en mayor o menor proporción, en todas las familias.

Los valores, conceptos, interpretaciones y creencias equivocadas respecto al dinero, se visten la mayoría de las veces de buena fe y sanas intenciones.

Este es el drama asociado a la educación con el dinero: en las familias no existe mala disposición para enseñar lo que enseñan, o falta de buena fe para transmitir la doctrina que considera acertada. Se lo hace con las mejores intenciones. Por esto son enseñanzas y valores que quedan profundamente enraizados en el subconsciente de las personas, porque fueron impartidos con amor y cuidado.

La mayor parte de las equivocaciones en las que caen las familias al momento de educar a los hijos en asuntos de dinero se fundamentan en “creencias limitantes”.

Estas creencias se mimetizan fácilmente en el abanico de la buena fe y las sanas intenciones. Son inocentes formas de ver la realidad, no solo respecto al dinero, también en términos políticos y de conducta social.

Las creencias limitantes en la psicología del dinero son, entre otras, las siguientes:

  • El tema de dinero es complejo porque “la economía no está bien”
  • Las corporaciones tienen todo el poder
  • No puedo hacer gran dinero en mi campo
  • La competencia es muy grande
  • Existe mucha gente en el planeta. Hay poca oportunidad. Todo está copado
  • No puedo iniciar nada porque no tengo suficiente capital
  • Mi jefe no me aprecio
  • Es la empresa donde trabajo la que lo impide
  • El dinero es muy difícil de hacer
  • El dinero es malo. Fuente de miserias y corrupción
  • Es muy caro, nunca podré pagarlo
  • Todos tratan de engañarme, de estafarme
  • Los negocios no son éticos o “espirituales”

Una inmensa mayoría de personas (y familias para el caso), comparten alguna variante de creencias limitantes.

Y pocas veces las visualizan de acuerdo a su naturaleza, porque no parecen creencias trascendentalmente equivocadas. Son sutiles errores de entendimiento. Se disfrazan de criterios conservadores y lógica preventiva. “Soy cauto, ¿acaso eso es incorrecto?»

Sin embargo, la conclusión a la que se llega es determinante: no es fácil hacer dinero .

Consecuencias de las creencias limitantes en la psicología del dinero

  • Victimizarse. Es una consecuencia lógica. “El responsable de la incapacidad propia de hacer dinero es otro (s)”.
  • Excusas. Cientos de ellas. Todas lógicas. Emergentes de la solidez de las propias creencias limitantes.
  • Procrastinación. Postergación de decisiones indispensables asociadas al dinero.
  • Materialismo. Dado que las cosas y situaciones que pueden resolverse con dinero no se producen, entonces “el dinero lo resuelve todo”. Es curioso. Los conceptos materialistas emergen de necesidades emocionales. Del afán de explicar un problema de dinero que no se resuelve. Y más curioso aún es que las personas materialistas son mayormente las que NO tienen suficiente dinero, no necesariamente las que se benefician del capital.
  • Vacíos emocionales. Insatisfacción. Frustración con la vida y sus menesteres.
  • La idea o tentación de ganar dinero inapropiadamente. Esto es, posicionar el concepto equivocado de “dinero fácil” en la parte alta de la escala de valores.
  • Malas inversiones .
  • Inexistencia de estrategias de largo plazo.
  • Falta de disciplina y buenos hábitos relacionados con el dinero.
  • Falta de conocimiento y educación sobre la materia. ¿Cómo funciona el dinero?
  • Evitar e ignorar el dinero.

Esta última es una consecuencia común. Y una de las más destructivas. Porque el dinero es sencillamente imposible de ignorar, es un dominio muy grande del quehacer humano, guste o no.

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